miércoles, 2 de junio de 2010

EL DINERO


El soporte material sobre el que esta constituido nuestro mundo históricamente y especialmente nuestra sociedad actual es la capacidad de la persona por acumular patrimonio y un estado de solvencia económica lo mas elevado posible.

Este estado se ha asociado erróneamente al estado del bienestar  y este concepto se ha enquistado de tal forma en nuestra escala social que en determinados casos se ha llegado incluso a hacer diferencias de clases o cuando menos de tratamiento diferenciado de las personas por su pertenecia a los distintos estratos sociales.

Pues bien, ESTO NO CORRESPONDE DE NINGUNA MANERA CON LA REALIDAD NI CON LA NATURALEZA DE TODO SER,  la acumulación de bienes materiales y económicos no garantiza la felicidad, sino que genera en los seres que poseen una gran capacidad económica UN ESTADO DE FACILIDAD PERSONAL DE CONSEGUIRLA EN TODO MOMENTO COMO CUALQUIER OTRO BIEN ADQUIRIDO A TRAVÉS DE LA FALSA APARIENCIA, cubriéndose de este modo de banalidad a través de todos los factores externos que se pueden adquirir y  potenciar  como son el estado físico, la belleza exterior, el poder adquisitivo, la aprobación de su opinión a través de todos aquellos que se encuentran a su servicio, creando una falsa imagen de si mismos, hasta la pérdida total de su verdadera identidad y correspondencia, que ha sido en todo momento y de manera inconsciente su moneda de cambio para alcanzar tal estado.

La prolongación de dicho proceso a lo largo de la vida de estos seres LOS DESVINCULA DEL MUNDO REAL  Y DE SU ESTADO NATURAL DE PERTENENCIA AL MISMO, fomentando de la misma manera UN SENTIMIENTO DE VACÍO POR TODO LO QUE NO MUESTRE UNA RESPUESTA SATISFACTORIA O INMEDIATA HACIA ELLOS.

Finalmente muchos de ellos a lo largo de sus vidas descubren  y retiran el velo que oculta a sus ojos su realidad personal, cuando finalmente lo consiguen lo  reciben y exteriorizan con síntomas como la amargura, el dolor sin razón,  profunda tristeza, insatisfacción y ansiedad, enfermedades creadas por esta sociedad generadora de increíbles necesidades artificiales y aparentes  que   han sido refrendadas e inducidas por aquellos que han sido presas de este proceso.

No obstante SIEMPRE CABE EL CAMBIO DE RUMBO HACIA UNA NUEVA REALIDAD QUE SE MUESTRE VERDADERA Y PARA ELLO DEBEMOS MIRAR HACIA NUESTRO INTERIOR, HACIA LA NUESTRA NATURALEZA ÍNTIMA , PARA QUE SEA NUESTRO CENTRO EL QUE SE MUESTRE COMO UNA BRÚJULA QUE SIN VARIACIÓN POSIBLE NOS MUESTRE EL CAMINO A SEGUIR, PARA QUE ESTE PASE POR EL CONOCIMIENTO DEL SER DIVINO QUE SIEMPRE HA EXISTIDO EN NOSOTROS Y PODAMOS SENTIR SU CONSTANTE LLAMADA Y QUE DE ESTE MODO NOS DESLUMBRE Y SE EXPANDA EN NOSOTROS PARA FINALMENTE VOLCARSE EN LOS DEMÁS, MOSTRÁNDONOS ENTONCES LOS VERDADEROS VALORES DE LA VIDA, EL DESCUBRIMIENTO DEL SER QUE SE NOS MUESTRA COMO UN REFLEJO DE NOSOTROS MISMOS Y EL COMPARTIR EN TODO LO QUE ES Y RETORNARNOS ASÍ AL CAMINO DE LA LUZ QUE NOS CORRESPONDE.