Los juegos del azar son oportunidades de cambio en los que nosotros entremezclamos sentimientos y emociones hasta incluso condicionar el sentido del transcurso de nuestras vidas, tomando cada uno de ellos desde la perspectiva del sentido de la suerte que se nos otorga a cada uno de nosotros y que en gran parte condicionará el devenir para bien o para mal, de los acontecimientos que se nos reservarán a lo largo de nuestras existencias.
Pues bien, EL SENTIDO DE LA SUERTE INCLUIDO EN EL AZAR NO TIENE NADA QUE VER CON LA DIVINA CORRESPONDENCIA QUE NOS PERTENECE DE ACUERDO A NUESTRA NATURALEZA Y DESARROLLO DE LA EVOLUCIÓN.
Es a partir de esta donde definiremos pormenorizadamente antes incluso de nuestro nacimiento , la experimentación de una serie de aspectos, situaciones y experiencias, sin que estas se puedan ver alteradas en modo alguno, dado que cuando estas sean vividas conformarán la parte principal de la fibra evolutiva en esa vida concreta.
Todo esto lo haremos sin despreciar otra parte importante de nuestro desarrollo que si corresponderá al azar encubierto en el sentido de la libertad plena que tenemos por derecho divino.
Ambos sentidos son plenos en si mismos y en ambos se desarrollarán diferentes aspectos del ser, EL SENTIDO DETERMINADO PARA LA DIVINA CORRESPONDENCIA DEFINIRÁ EL KARMA CON QUE EL SER PARTIRÁ EN SU EXISTENCIA TERRENA.
EN EL SENTIDO DETERMINADO PARA EL AZAR SE INCLUIRÁN LAS DECISIONES QUE TOMAMOS POR VOLUNTAD PROPIA, A ESTE CORRESPONDERÁ AL SENTIDO DE LA DIVINIDAD DEL SER, ya que para desarrollar este se servirá de la brújula que le conducirá a su verdadera esencia y que le hará propulsarse en el sentido de su evolución para ALCANZAR ASÍ SU VERDADERO OBJETIVO, ABANDONAR EL AZAR PARA ENCONTRARSE EN EL SENTIR ABSOLUTO DE SU VERDADERA NATURALEZA, ABSORBIENDO ESTA POR COMPLETO.