miércoles, 14 de abril de 2010

ESCUCHAR Y HABLAR

Hoy en día la tendencia es dar la mayor cantidad de  información en el menor tiempo posible...

Pues bien, yo os digo que en determinados campos como el de la espiritualidad esto no es así porque la información que se nos otorga y su desarrollo en cada uno de nosotros no es cuantificable de igual manera, sino que depende de factores como nuestra capacidad de absorción, asimilación, desarrollo y nuestra predisposición al cambio, del mismo modo, existe un periodo de maduración en cada uno de nosotros durante el cual se produce en nuestro ser UN SENTIDO DE LA MADURACIÓN, que porta el valor energético del contenido de la información que se nos ha otorgado.

Por ese motivo en una conversación, serán tan importantes LOS SILENCIOS CON LOS QUE APRENDAMOS A OIR Y QUE NOS ENSEÑEN como las palabras que recibamos y su sentido, ya que no solo recibimos las palabras que se nos otorgan sino aspectos como las intenciones que subyacen tras ellas, de que parte del ser que las emite provienen e incluso aspectos mas sutiles como la sabiduría y la luz contenidas en cada una de ellas.

Aprender a escuchar y hablar desde el amor y el respeto es utilizar estos mismos aspectos para comunicar desde nuestro yo profundo y QUE CADA UNA DE LAS PALABRAS QUE SALGA DE NUESTRA BOCA NO SOLO SEAN UN SOPLO DE AIRE DESPERDICIADO SINO UNA EXPANSIÓN DE NUESTRO PROPIO SER EN LA LUZ Y UN APRENDIZAJE PARA QUIEN LAS RECIBA.