La LUZ es la fuente de energía, información e intención pura mas sublime que existe no solo en la naturaleza del ser sino en la propia creación y desarrollo de la vida, esta se conforma y se muestra en su naturaleza CREADA DE LA ESENCIA CON LA QUE ESTA CONFORMADO EL TODO, QUE ES EL PRINCIPIO MISMO DE LA CREACIÓN Y DE LA EXPANSIÓN, ES LA LUZ SU VEHÍCULO, SU TRANSMISOR Y POR TANTO UNA EXTENSIÓN DE SI MISMO.
Esta gran fuente de vida y creación se transmite y comunica a muchas otras fuentes repartidas por todos los amplios espectros de la energía, traducidos en espacios donde se contemplan las distintas dimensiones y sus desarrollos en los cuales se produce la transmisión tanto de información como de energía, en cualquier punto del cosmos y en cualquier aspecto del estado de la materia, cumpliendo de ese modo con EL PRINCIPIO DE LA OMNIPRESENCIA Y DE LA OMNIPOTENCIA DIVINA.
LA LUZ SE MUESTRA ÚNICA EN SU NATURALEZA, dado que es poseedora de la increíble cualidad de la igualación, independientemente de la naturaleza, estado de consciencia u orientación de aquello a lo que esta se dirija, pudiendo de igual modo ENTREGAR UNA BASE DE ENERGÍA-INFORMACIÓN Y CONTENIDO ENRIQUECIÉNDOLO EN SU MISMA ESENCIA.
Del mismo modo LA LUZ SE MUESTRA SIEMPRE ÚNICA EN SU INTENCIÓN dado que es una extensión del mensaje universal que el todo nos otorga, podemos decir por tanto que LA LUZ ES UNA TRANSFUSIÓN DE LA PROPIA NATURALEZA DEL AMOR PARA HACER DE EL NO UN FIN SINO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN.
Es así a través de la propia naturaleza del ser divino y de este medio que el Todo le otorga, que este se puede conocer a si mismo mediante el principio de la exploración, para finalmente alcanzar su propia expansión en planos limitados y sin embargo desconocidos que le aportarán nuevos aspectos que una vez conquistados, QUE FINALMENTE LE CONDUCIRÁN AL REENCUENTRO CONSIGO MISMO Y CON SU NATURALEZA DEL SER-DIOS.
Es así a través de la propia naturaleza del ser divino y de este medio que el Todo le otorga, que este se puede conocer a si mismo mediante el principio de la exploración, para finalmente alcanzar su propia expansión en planos limitados y sin embargo desconocidos que le aportarán nuevos aspectos que una vez conquistados, QUE FINALMENTE LE CONDUCIRÁN AL REENCUENTRO CONSIGO MISMO Y CON SU NATURALEZA DEL SER-DIOS.
Para que este ciclo del conocimiento y de la expansión se produzca ES NECESARIO UN VEHÍCULO QUE SIRVA DE MEDIO DE TRANSMISIÓN de toda esa información y de soporte de todo el flujo de energía que se produzca, un potente transmisor-receptor que englobe todo el ciclo de la Energía-Amor a partir de la cual será el propio ser humano el que parta hacia su destino final, para redescubrirse en la perfección de su naturaleza divina cuyo reflejo se muestra inconmensurable, el Todo y este vehículo es sin duda LA LUZ.