El paso del tiempo es un factor que condiciona nuestra perspectiva de cambio así como nuestro sentido de la evolución, para unos y otros existe un sentido de la aceptación sobre las edades así como de las estaciones, pues bien, yo os digo que el tiempo no es tan solo relativo sino SENSITIVO AL DESPERTAR DE NUESTRO SER INTERIOR, QUE ES ATEMPORAL Y MUY SUSTANCIAL, aportándonos un gran sentido del disfrute de la vida a través del aporte de energía.
Por eso existen determinados seres sobre los que el tiempo aparentemente no pasa y no me refiero a su aspecto interior sino a su jovialidad, energía y sentido del saber y enseñar.
Para ellos sencillamente no pasa el tiempo porque no lo miden desde aspectos terrenales, sino desde el convencimiento de que la posibilidad de exploración y descubrimiento que les ofrece la vida, les aporta a su esencia un valor energético incalculable que solo se ve compensado con la posibilidad de vivir de nuevo para retirar el velo de un nuevo día con EL TODO.