sábado, 20 de marzo de 2010

LA SOLEDAD







La soledad nos acompaña a lo largo de nuestra existencia haciéndose visible en momentos significativos y en algunos cruciales de nuestras vidas…por ejemplo cuando nacemos o morimos.








Mas debemos darnos cuenta de que esta soledad nunca es total, ya que siempre existen seres ultraterrenos destinados a facilitarnos nuestra entrada, nuestro tránsito y guía a lo largo de nuestra existencia y nuestra salida del mundo material y esto es así porque todos y cada uno de nosotros SOMOS ALGO PRECIOSO para ellos, porque nuestra correspondencia divina con el todo es totalmente perceptible para ellos.

Muchos son los que nos muestran indicaciones para orientarnos hacia la verdadera calidez del amor que se nos brinda si sabemos leer las señales que se nos muestran, bien a través de ellos o de otros seres terrenos sobre los que influyen insuflando palabras, gestos o haberes en su esencia para que broten espontáneamente de ellos.

Nada se nos niega, ni tan siquiera la individualidad que nos permite explorar cambios en nuestra vida y mundo interior, sean estos escogidos o no, mas no debemos sentirnos desamparados pues debemos permitir que estos se produzcan para nuestra maduración y aceptación.

El amor que se muestra a través de la soledad tiene múltiples facetas como en una gema preciosa, si logramos verlo así, entonces caerá el velo de la soledad para mostrarse como verdaderamente es, una  oportunidad de proyección y realización personal echa a nuestra medida para darnos a conocer a nosotros mismos y al espacio que ocupamos en este mundo, para nosotros y para con los  que nos rodean.