viernes, 2 de julio de 2010

ESPEJISMOS



Es tan extraño que aceptemos como absoluto y verdadero lo cotidiano que vivimos y a la vez que prejuzguemos como fantástico o irreal aquello que se nos muestra desde nuestro mundo interior, a partir de nuestra naturaleza espiritual.

No dejamos de sorprendernos fascinados una y otra vez, aquellos de nosotros que hemos tenido la inmensa fortuna de vivir experiencias fuera de lo convencional o establecido por la sociedad como normal, tratando de liberarnos de nuestra tendencia social por encontrar explicaciones del todo ilógicas para encuadrarlas en nuestro esquema mental, disociándolas de nosotros mismos, de lo que verdaderamente somos, de nuestra naturaleza.

Lo hacemos una y otra vez hasta que nuestra sensibilidad se apaga y estas experiencias se vuelvan sensaciones y luego sueños, para formar parte de lo etéreo, de lo inexplicado, hasta llegar al campo de lo desconocido donde será entonces nuestro miedo a avanzar o a dañarnos el que nos impida acceder a tomar contacto con la bella riqueza de nuestro mundo interior.

En este proceso las imágenes que se nos mostrarán serán cada vez mas borrosas, pálidas e indefinidas, COMO ESPEJISMOS DEL ALMA QUE TRATARÁN DE LLAMAR NUESTRA ATENCIÓN SOBRE LO QUE UNA VEZ FUIMOS Y SOBRE NUESTRAS CAPACIDADES OLVIDADAS Y APARTADAS EN UN RINCÓN DE NUESTRO ESPÍRITU.

Mas debemos recordar que esta parte que existe en cada uno de nosotros corresponde a la naturaleza de la vida misma y que por tanto es infinita e inmortal, por esto mismo permanecerá siempre dispuesta a responder a nuestra llamada interior, a la llamada que haga resonar en lo mas profundo de nuestra naturaleza el eco que despertará la liberación de nuestra esencia para que esta retumbe en nuestro interior, liberando así la avalancha de luz que brota en cada uno de nosotros desde nuestro verdadero principio en la existencia, para devolvernos la nitidez del concepto, la orientación divina y finalmente nos permita tomar contacto y posesión de nuestra verdadera esencia y nivel de consciencia, ya que este se corresponde con la naturaleza misma de la luz y de la fuente de la que esta mana.

DE ESTE MODO ABRAZAREMOS EL PRINCIPIO DE LA EXISTENCIA EN DIOS, PARA QUE JUNTO CON EL VIVAMOS EN LA CONTINUIDAD ABSOLUTA Y QUE LO QUE ANTES ERAN TAN SOLO VAGOS ESPEJISMOS, SE CONVIERTAN AHORA EN REALIDADES VERDADERAS Y ABSOLUTAS.