lunes, 27 de diciembre de 2010

LA GULA


Aquellos que sienten  gula por la vida son realmente dichosos, pues no cabe en ellos sombra de duda sobre lo que realmente son, exploradores de su propia naturaleza a través del ser en la carne, dioses encarnados inmersos en la búsqueda de la evolución del conjunto de la humanidad a partir de la contribución de la expansión de su esencia hacia todos los seres que les rodean.

Crecer, desarrollarse y evolucionar alimentándose del amor ajeno, entregando el suyo a manos llenas, respirando el amor como un reflejo de su propio ser, el Dios creador.