...Después de la sanción propia de nuestras experiencias adquiridas llegará nuestro encuentro con el ungido para que este nos recoja sobre el báculo de luz y que sea esta la que nos purifique por entero para recibir nuestro baño de luz que nos permita ingresar completamente puros y vacíos de nosotros mismos en nuestro nuevo encuentro con la experiencia de la vida y del desarrollo según nosotros mismos libremente hemos escogido.
Todo está prefijado y bien señalado en nosotros, nuestra conexión con lo anterior y con lo posterior se ha respetado a sí misma y al que será nuestro nuevo yo, por eso mismo esta se ha plegado muy en nuestro interior, bien resguardada formando parte de nuestro centro...hemos tomado a la madre como nuestro templo, nos hemos familiarizado y nutrido, solo queda acceder...todo lo verdadero queda atrás para formar parte de la experiencia real que a partir de ahora simplemente nos contemplará como un observador más, nosotros ya simplemente caminamos hacia adelante...para sentir...