Es ahora y no en otro momento cuando debemos plantearnos nuestra necesidad de vivir y crecer a cada aliento, pues no hay mayor desperdicio que descansar en la inercia de vivir sin efectuar elección alguna para de este modo evitar sufrir.
La vida es una elección constante y el resultado de la multitud de elecciones que hacemos es el crecimiento que nos viene servido desde lo mas alto, todo lo demás es un puro atrezo para adornar la divina obra de nuestras vidas.