"El cuerpo es un templo que debemos amar, un vehículo que nos debe servir como traductor y enlace de todos los estímulos externos que vamos a recibir del mundo que nos rodea, para conquistarlos y permitirnos alcanzar una conexión total a partir de la propia esencia del dios que habita en nosotros y de su naturaleza humana, fluyendo ambas en perfecto equilibrio en nosotros, la una con la otra, sin renunciar a nada."
Mensajes de la Luz