Que el amor sea mi alimento.
Que la la Luz del Padre sea mi amanecer.
Que mis labios se despeguen para abrazar y acariciar todo aquello a lo que se dirigen.
Que mi espalda se amolde y se adapte, para recibir con amor, los golpes que me de la vida.
Humildad
Sencillez
Humanidad
Mensajes de la Luz